REAL MADRID CAMPEÓN DE LA CHAMPION
Lo intentó el Madrid con el único argumento de la convicción. Cristiano tuvo una triple oportunidad a los 53 minutos. Isco cruzó en exceso en la frontal. Bale no acertó en una veloz contra. La retirada atlética dejó crecer Modric. Juanfran evitó con un elástico despeje la penúltima llegada blanca. Y entonces llegó el acto de fe de Ramos.
Los dos contendientes conocían su suerte desde el testarazo decisivo. Fue Di María el que cogió el testigo de Ramos como héroe del madridismo. El argentino encaró el área rojiblanca cuando su gps ya se había colapsado por el número de kilómetros recorrido. Recortó en dos latigazos y se plantó ante Courtois que tapó el hueco existente. El rebote fue a parar cerca de Bale, el chico de los 100 millones, que hasta entonces había completado una pobre final. Toco de flequillo a la red para demostrar, una vez más, que es un hombre de momentos.
Fue la estocada definitiva. El Atleti se sintió sin ánimo incluso para sacar de centro. Al siguiente ataque blanco, Marcelo ingresó en el área con una pasmosa familiaridad, chutó y a Courtois se le agravó el cansancio. Marcelo, elemento incomprensible en las pizarras, daba la puntilla. Aún hubo tiempo para saciar el ego de Cristiano. Anotó el cuarto de un penalti que había forzado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario